viernes, noviembre 05, 2010

Vivir para siempre

Con la vuelta del frío, de los días cortos, apetece más volver al cine. Bien acompañado, la película no la elegí yo, pero hubiera elegido la misma. La sinopsis auguraba una película dura por el tema, un niño enfermo de leucemia que escribe un vídeo-libro para "vivir para siempre", pero la verdad es que la película no transmite excesivos malos rollos pese al temita de marras.

La historia se desarrolla en Inglaterra, aunque parece que el director (Gustavo Ron) y el equipo son españoles. El niño se enfrenta a dos series que la película desarrolla paralelamente: la serie positiva, sus deseos, que se van haciendo realidad con ayuda de los que le quieren, y una serie negativa, la de las preguntas que nadie sabe responder, que muestra como un niño tiene que plantar cara a una enfermedad como esa, y las dudas que sobre la muerte le surgen, que supongo, son las mismas que nos surgen a los adultos.

La relación del niño con la enfermedad es bastante natural, hasta agradable en cierto modo, mientras que el lado más duro aparece a través de los padres. Padres que se enfrentan a una enfermedad que permanece agazapada, que parece que no está ahí, pero que de vez en cuando, asoma sus garras para recordarnos que es ella la que manda. Y es entonces cuando la vida se convierte en una montaña rusa, pero con las subidas igual de vertiginosas que las bajadas.

Me gustó mucho la música, sobre todo las canciones, porque el tema central con piano (recuerda bastante al de American Beauty en algún momento), es un poco tristón (aunque probablemente es lo que la peli pide). Y también me gustaron mucho unas animaciones a base de marionetas de cartón en las que se reproducen las descripciones que el niño hace de algunas de las situaciones que vive. Me parecieron muy logradas, y oportunas al incorporar esa visión naif de los niños. También me gusto el recurso de sobreescribir textos, los que van enumerando esas preguntas que nadie sabe contestar que van marcando el ritmo de la película.

En resumen, una buena peli interesante, realizada con oficio, con algún momento durillo, pero que no llega a asfixiar, porque la sinceridad de los niños se impone a la crueldad de la enfermedad.

Entre las canciones, este tema de 100 Elephants, a los que no conocía, pero con una voz muy interesante, a medio camino de Bono (U2) y Eddie Veder (Pearl Jam).

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