martes, mayo 10, 2011

VIII Copa Garris

Mi quinta Garris... como pasa el tiempo. Portugal, Las Landas, Escocia, Jerez y ahora... Irlanda!!! Esto de la garris se ha convertido en un acontecimiento planetario, la leche. La aventura comenzó con la reunión del grupo madrileño en Barajas y un placentero vuelo con AirLingus.

Alquilamos un furgón, y corrimos a juntarnos con el resto del grupo en pequeño pueblo de la costa cercano al aeropuerto, donde nos tomamos unas pintas, unos kebabs, comprobamos la resistencia al frío de las adolescentes irlandesas, y sorteamos las partidas del día siguiente. Desayuno abundante en el Gran Hotel, con unas magníficas vistas sobre el mar.

El primer día jugamos en un parkland, en Tullamore, a medio camino de Galway, nuestro destino final. Jugué bastante bien (teniendo en cuenta mi nivel) y disfruté del campo. Tras unas cuantas pintas, comprobar tarjetas y compartir experiencias, nos apretamos una cena de haburguesas y alitas de pollo que llevó al cocinero de la casa club a preguntar cuando pedimos 11 platos más: What a fuck is out there!!! (y así nació la frase de referencia de la 8ª Copa Garris).

Camino a Galway, otro capítulo inesperado, uno de los coches (un Opel Insignia) cascó en mitad de la autopista, con lo que tuvimos que jugar al tetris para acomodar todos (palos, maletas y jugadores), en dos coches. Pero como tenemos artistas del tetris, todo salió bien.

En Galway nos alojamos en el Huntsman Inn, con hotel y varios bares, muy conveniente, y donde disfrutamos de habitaciones individuales (el roncar se acabó en la Garris 2011).

Una de las novedades de esta Garris fue la puesta de la largo del Campanu, premio al último clasificado, que el perdedor debe conservar y cargar colgado del carro de golf.

El segundo día jugamos en un campo sencillito, familiar, disfrutando del sol. Hice un recorrido muy bueno, increíble, hasta un par del campo en un par 3 (creo recordar). Al la vuelta, una puesta de sol increíble.

El ultimo día jugamos en Connemara, en el extremo más occidental de Irlanda, en un campo espectacular sobre los acantilados del mar, simplemente impresionante. Sin jugar demasiado bien, mantuve mi regularidad, con lo que al final, logré el subcampeonato de la Garris (está claro, cuanto menos entreno, mejor juego). El año que viene, iré por ella.

Apenas hice fotos, arriba el green del hoyo 18, un larguísimo par 5, mucho más para jugarlo con un fuerte viento en contra. En todo caso, una experiencia.

A la vuelta, paramos en un bonito pueblito a tomar unas pintas, un sitio muy chulo.

A la vuelta paramos en un impresionante circuito de Karting, de 1500 metros de longitud, donde soltamos adrenalina y que casi nos lleva a perder el avión. Dejo para otro post las fotos de Galway. Una vez más, un lujo formar parte de la Garris...

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