domingo, diciembre 30, 2012

MARILLION: Sounds that can't be made


Que mejor que cerrar el año revisando el útimo trabajo de Marillion. Si, una vez más lo han vuelto a hacer. Quizás no sea su mejor disco, puesto que es casi imposible superar cosas como Brave o Marbles, pero estamos ante otro disco con más música que la mayor parte de las discografías de los que rompen las listas de ventas. La vida es así, mejor para nosotros.

Gaza. Tema muy largo, con una primera parte quizás algo cansina, que intenta mostrar a guitarrazos la crudeza de Gaza y una segunda mitad simplemente soberbia, impresionante, sobre todo las guitarras. Valiente letra para una gran canción.

Sounds that can' be made. Una canción que será un fijo en el repertorio de Marillion. Lo tiene todo.

Power. Me gusta la línea de bajo, que suena nítido, contundente, marcando el ritmo. El estribillo se abre para parar en un pasaje muy bonito. Al final, un hermoso in-crescendo para caer del cielo al infierno...

Montréal. Larga, lenta, con un tramo en el Joni Mitchel canta poemas sobre soledad, espectacular, con un estribillo que no es, con un piano evolucionando bajo la voz de Hoggarth. El tramo instrumental con las guitarras acústicas, parece que se acaba y entonces llega lo mejor, la guitarra de Rothery lamentándose sobre las teclas...

Invisible Ink. Arranca muy lenta, pero el piano da paso al xilofón (¿herencia de L=M?) para llegar a una segunda estrofa donde entra toda "la orquesta". Luego se convierte un tema un tanto convencional...

Lucky Man. Un tema correcto, quizás sin nada sorprendente excepto el punteo, muy bueno...

The sky above the Rain. Una joya de 10 minutos para cerrar, todo un poema. Otro tema un tanto lento, si los Marillion se hacen mayores. El final, tras el piano, es de esos que ponen los pelos de punta, como solo ellos saben hacer: quizás hablen, cara a cara, alma a alma... porque si, siempre, sobre la lluvia, hay un cielo azul.


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