Una película americana interesante, como casi siempre, basada en hecho reales. Un inteligente discapacitado que se inicia en el sexo de la mano de una profesional, que no prostituta. Con este planteamiento, con un puñado de buenos e interesantes actores, reflejo del variopinto escenario social de Berkeley, la película desdramatiza el sexo, unas de las pocas cosas naturales que hacemos con nacer, cagar y morir. Pero bueno, nuestras sociedades o culturas tienden a ver algo malo en algo que no es más que un inteligente sistema para hacer inmortal lo verdaderamente importante, la especie, no los individuos, aunque desde nuestra individualidad esta insignificancia nos urja a buscar dioses, respuestas, más allases... La vida es así, lo que pasa es que no nos gusta que sea tan simple. Tant pis.
A destacar los actores, incluidos los secundarios, inteligentemente elegidos. Y sí, al final, los americanos no resisten la tentación de dejar la historia cerrada, de darle un triste final feliz, en el que es espectador verá su corazón atacado, sus lacrimales violentados, mientras que su imaginación queda intacta. Que le vamos a hacer, el cine americano es así... En todo caso, interesante, merece la pena.
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