domingo, enero 18, 2015

Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo



Lo reconozco, tengo debilidad estos personajes de Ibáñez. Porque son parte de mi infancia, porque reí con sus paridas, sus chorradas, porque tienen algo genial en ese fatalismo superviviente con el que siempre me he sentido identificado, porque son un desastre que siempre sale más o menos victorioso. Así que, con esta predisposición, y teniendo claro lo que iba a ver, he de decir que la película me gustó. Me gustó las referencias a la música de orquestas cincuenteras que Fesser ya rescató en tlompletas y ptintos varios, y ese corazón que hace boum de Toto L'heros, otro de mis referentes de cine obsesivo, de perdedores paranoícos, que sufren en su miseria individual. Así es Filemón, un perdedor luchador, así es Mortadelo, un guerrero de la improvisación, feo, torpe, y simpático a partes iguales. Y llega el 3D, y por fín, tras pasar por la carne y el hueso, Mortadelo y Filemón se hacen realidad. Por que los cómics de Ibáñez eran en 3D, no eran viñetas planas, sino que salían de los superhumores a la imaginación de esos lectores que alucinábamos con el Chapeau Esmirriau. Sí, por fín, la informática los saca del papel, y la verdad es que el resultado es muy digno. Si, no es un peliculón, pero con estos actores tan desastres no puede ser más que una aproximación a la realidad de Mortadelo y Filemón que vive, medio oxidada, en el fondo de mi cerebro. Gracias Sr. Fesser, por rescatarla 35 años después.

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